jueves, 14 de febrero de 2008

Sancocho de res.

Este suculento caldo o sopa de res, típico de Venezuela, llamado "levanta muertos", posee una rica cantidad de mineral, y es sinónimo de salud. En mis tiempos de juerga, era muy recomendado para espabilar, quitarse la "pea", "resaca" o "cruda", también hay sus variantes de pescado, mariscos. Pero hoy nos toca echarles esos retazos de carne con hueso, para darnos ese sabor que nos harán, retomar fuerzas.
"Sancocho de Res".
Ingredientes:
3 papas,
1 mazorca de maíz,
4 zanahorias,
1 yuca,
2 Ñame,
1 kgrs. Retazo de res con hueso de preferencia con tuétano,
1/2 cebolla,
orégano,
sal,
un chorrito de aceite de olivo.
Preparación:
En una cazuela grande, sofreír la carne con un chorrito de aceite de olivo (poco).
Preparar todas las verduras en trozos medianos, la zanahoria, yuca, ñame y la mazorca de maíz, en rodajas medianas.
Una vez listas añadir junto con la carne menear un poco y añadir suficiente agua hasta cubrir, añadir sal y el orégano, dejarlo cocer por 1:15 horas. A fuego medio.
Antes de retirar comprobar que todo este blando, sobretodo la yuca, y rectificar de sal.
Si lo prefiere, sirvalo un día después y vera que sancocho.
Y por supuesto buen apetito.

miércoles, 13 de febrero de 2008

El menú y la dieta.

Algo que parece ser un dolor de cabezas para todos es la dieta. ¿que debemos comer? ¿como comer y no ganar en kilos?.
El perder kilos es como una tortura lenta y dolorosa, en ultimo de los casos, mucha gente prefiere pasar por el carnicero, ese doctor que quitará de aquí, de allá y hará de algunos parecerse al modelo o actriz preferida. Otros optaran por el peor de los métodos ingerir pastillas o jugos laxantes para adelgazar, con el posible riesgo para nuestra salud, en volver loca a nuestra tiroide, esa pequeña glándula que regula nuestras hormonas. Los más salvajes irán al gimnasio, reventadose en cualquier maquina de ejercicio, ese que en su vida hicieron y que ante la crecida de michelines, harán inicialmente de forma animal, alguno con conato de infarto, pero que dejaran al no ver resultados inminentes, mi concejo es que aunque no baje demasiado, el ejercicio le hará sentir mejor, eliminara muchas toxinas, excesos de nuestro organismo.
Decirles que lo mejor es regular lo que comemos, después de un año de rigor, pude bajar 20 kilos, sin pasar por la carnicería, ni tomarme pastillas ilusas, eso sí con un poco de ejercicio en casa, una dieta sana, comiendo un poco de todo, pero sin excederse, solo en determinadas fiestas, y no comiendo entre horas, cosa que nos lleva a la ansiedad. En otra ocasión hablaré de ella, porque seguro alguno pensará hacer negocios con ella, por lo que se quedaran con las ganas.
Pero bueno, lo importante en llevar una dieta sana, es comer de todo, acostumbrar al organismo a comer poco, pero sustancioso, a no ser que seamos vegetarianos, que restringe todos los productos cárnicos y derivados, quitando a estos devoradores de vegetales, los demás podemos comer casi todo, no creo que muchos nos jactemos de comer caviar una vez a la semana, o cada quince días, o una vez al año, quizás nunca probara esos pequeños huevecillos de esturión, que por cierto, se intenta criar en piscifactorías.
Por tanto, mi recomendación semanal, es comer pescado, carne, pasta, pollo, legumbres, indistintamente, de preferencia 2 días a base de pescado, y sobretodo que las guarniciones sean verduras, arroz, pocas papas, y sobre todo ensaladas, que nos ayudarán a limpiar nuestro tracto digestivo. Siempre con un horario fijo, no podemos mal comer, esto quiere decir no tener horario para las comidas, sobretodo al mediodía, un día a las 2, otro a las 3, estos vaivenes en las ingestas de alimentos nos causan trastornos digestivos, a muchos como en mi caso, colon irritable, pero que desde la toma de conciencia con el horario, he dejado de sufrir.
Ya para finalizar, olvidense de la comida rápida, esa no tiene nada de sana, solo colesterol, carne de dudosa calidad, y verduras transgenicas, por tanto hay que regresar a esa cocina casera, no laboriosa pero con calidad.

lunes, 4 de febrero de 2008

La canasta de la compra.

El saber comprar es fundamental, no solo en la cocina, sino en la economía familiar, por eso, hay que tener cuidado, podemos hacer platillos suculentos, muy de moda, pero tendremos un buen déficit, que podrá en riesgo los demás días de la semana. A lo mejor un día comeremos caviar, pero quien sabe como nos ira en los otros. Exageraciones aparte, para ser un buen comprador hay que saber observar, hay una gran cantidad de productos de temporada, otros que tienen poca demanda por diferentes motivos, que suelen estar en buen precio. También existen otros pre-cocidos, que nos facilitarán los tiempos de cocción, que con el estres diario vienen bien.
Para hacer una buena compra hay que tomarse su tiempo, para frutas y verduras no hay como acercase a cualquier mercado, donde encontraremos frescura, lo mejor de la temporada y los mejores precios. Así como los productos cárnicos y avicolas, claro en mucho más cómodo ir a una supermercado, donde no solo encontraremos lo antes mencionado, allí desde una televisión hasta un tornillo. Esto grandes monstruos que devoran todo, y que en determinados países especulan con el pobre consumidor.
Si nos damos tiempo al hacer la compra, iremos aprendiendo ha administrar tanto el tiempo como el dinero, no hay peor compra que se hace, aquella sin ton ni son, echando todo lo que vemos en la tienda, como si padeciéramos de alguna convulsión exacerbada, una enajenación cuyo resultado será desastroso, porque a la hora de desempacar lo comprado observaremos, poco sustancia y mucha chatarra.
Pero para comprar hay que tener un buen menú, lo aconsejable es semanal, de lo cual hablaremos en el siguiente articulo.

sábado, 2 de febrero de 2008

La Tortilla Española. "Si la de patatas"

Después de unos pequeños consejos, alguno se preguntará ¿cuando da alguna receta? encima doy este sencillo y humilde platillo, sí, una tortilla de patatas, esa que nos la dan de pincho o aperitivo en cualquier barra de España. Pero que seguro a más de uno (a) se le abra pegado, o caído al dar esa vuelta rápida y seca, como si de un pasodobles habláramos.
Por cierto, tengo algunos recuerdos de ella, en mis épocas de estudiante, donde trabajé de cocinero en un chiringuito madrileño, para mantenerme, aproximadamente hacía unas 40 de ellas, por cierto me gustaba ese meneito final, lo malo era pelar tantas patatas, llorar con las cebollas, no por amores, que hubiese querido más, pero logre dominar este platillo.
Sus ingredientes:
4 patatas grandes (papas),
1/2 cebolla,
3 huevos,
sal al gusto.
Preparación:
Pelar y cortar las patatas en rodajas de un centímetro, la cebolla en juliana grande y revolverla con las patatas, echar una pizca de sal.
Freír en abundante aceite, las patatas y la cebolla, no dejar que se dore, ir cortando en cuadrados con una pala, eso no irá dando el punto de cocción de la patata, una vez blanda.
Apartar las patatas, y batir los huevos con una pizca de sal, y revolver con las patatas, si vemos que nos queda seca, añadir otro huevo.
En un sartén de preferencia con teflón, calentar con un poco de aceite y dar vueltas para que se extienda por todos los lados de este, incorporar las mezcla de la tortilla, a fuego lento, ir girando la sartén para que no se pegue, daremos la vuelta cuando burbujee en el centro de la tortilla.
Para dar la vuelta, taparemos la sartén con un plato mayor, apartándonos del fuego, para no quemarnos, y giramos por completo esta, con un movimiento rápido y seco, de lo contrario es posible que nos gotee aceite, quemandonos.
Una vez dado la vuelta, echar otro chorito de aceite y esparcir bien, esperando otros minutos, para acabar. Ponerlo en un plato para su presentación, cortarlo en triángulos o cuadrados, según queramos. Y buen apetito.
Observaciones: Una buena tortilla siempre será aquella donde la patata este frita, es común en algunos sitios cocer la patata, un error que demerita a la tortilla.
Utilidades: Teniendo la base de la tortilla, podemos hacer infinidad de variantes, con pimientos, atún, jamón serrano, chistorras, en fin, usted podrá crear de esta sencilla receta, platillos de primera, una muy especial, es la de angulas frescas, si la bolsa anda mal, compre un sucedáneo, los hay muy buenos.
Saludos.

viernes, 1 de febrero de 2008

El orden y la higiene.

No hay cosa más desagradable que entrar en una cocina y ver todo regado, las ollas por allá, dentro de estas cubiertos, cuchillos, una sartén en un sitio, otra escondida en algún lugar inhóspito, como si buscáramos cada cosa en un bazar, esto tiene una mala compañía, la higiene, si tenemos todo desordenado la mugre, olores y más de un bicho habitarán nuestra cocina, al principio serán unos pocos habitantes, luego con el paso del tiempo, tenderemos grandes urbes de insectos, y con la posible intromisión de roedores.
Prefiero que no cocine, pero que no convierta la cocina, en un foco de insalubridad, más vale que reluzca, aunque se vea "que aquí ni unos simples huevos fritos hacen", de ahí la mala fama de algunas cocinas, la china por ejemplo, que me gusta tanto, pero siempre con ese repeluz de sucia, claro no podemos generalizar, pero dice el dicho "crea fama y echate a dormir", como en este caso.
Por eso es imprescindible orden, las cosas en su sitio, para que todo lo que necesitemos lo tengamos a la mano, más cuando nosotros cultivaremos este bello arte de cocinar, esto unido con un método de limpieza constante, "lo que se ensucia se limpia" harán de este laboratorio culinario, algo casi perfecto.
Un apartado al respecto, para aquellas (os) que siguen esta norma, que sufren cuando alguien ajeno a nuestra cocina, le entra ese gusanillo de cocinar, "voy hacer una receta que leí", enseguida se nos ponen los pelos de puntas, "este que en su vida a guisado nada", y comienza el espectáculo :
  1. aparece con la bolsa de la compra, "voy a preparar unos espaguetis a la boloñesa gratinados, receta del Chef X".
  2. empieza a preparar el sofrito, no en una tabla de cocina, sino en la mesa tal cual, tirando los desperdicios como tiro a la canasta.
  3. añade la carne al sofrito, todo a fuego fuerte, empezándose a quemar el fondo.
  4. "te ayudo", "no, no", mientras abre la lata de tomate, salpicandolo todo, mesa, piso y canasta.
  5. ¿donde esta la olla grande? pregunta cabreado, al ver la que esta liando, pone la pasta a cocer. Mientras la salsa salpica la estufa, por no tapar la olla.
  6. Hecha la pasta, incorpora la famosa salsa realizada, que probo previamente, y en tono alto dictamina "esto si es una salsa". Acabando el acto de preparación.
  7. Como culminación, veremos la tarja llena de ollas, mesas y pisos pegados de salsa, eso sí, brotarán flores del nuevo maestro culinario. Usted acabará maldiciendole desde sus adentros, ahora me toca limpiarlo todo.

Adelante todo principio cuesta, pero en corto tiempo los resultados nos harán sentir bien, motivados con ganas de hacer cosas más complejas.