Su edificación data del 1671, obra concluida 25 años después, patrocinada por los mineros de la zona. Elevada a la categoría de Basílica en 1957, de estilo barroco que ostenta una cúpula, y la Virgen de Guanajuato que guarda en su interior es patrona y reina de la ciudad. Su imagen fue donada por el Rey Carlos I y su hijo Felipe II al pueblo de Guanajuato como reconocimiento a su prosperidad minera, el año de 1557. Su imagen es una escultura de madera de la Virgen y el niño, con una peana de plata repujada como base. El templo cuenta con tres accesos, un campanario de tres cuerpos y otra torre de estilo churrigueresco. Una parte de la iglesia esta destinada a San Nicolás Tolentino, patrono de los mineros y otro lado a San Ignacio de Loyola patrono de la ciudad.
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